Entrevista a Ishtar Yasin

Plasmar la vida de Frida Kahlo, identificarse con ella y poner en juego sentimientos propios son parte de los logros que la cineasta costarricense Ishtar Yasin Gutiérrez alcanza con su largometraje “Dos Fridas”.

Yasin, de origen también iraquí, ruso y chileno, inició su carrera escribiendo, creando y produciendo tanto cortos, como largometrajes.

Con una Maestría en Artes del Instituto de Cine VGIK Estatal de Moscú -en especialización en Técnicas Actorales para Cine-, la cineasta ha logrado no sólo el protagonismo en películas como “Full Moon”, sino también ser galardonada en su país natal con el Premio Pushkin de Moscú.

En 1992 fundó el Teatro Ámbar en Argentina, donde se desempeñó como dramaturga y directora. Años después, en 1998, logra la fundación de Producciones Astarté en Costa Rica.

Entre sus proyectos artísticos se destacan, “Noche Cadabra” , “Agonice con elegancia (galardonada con el Premio Nacional de Teatro en Costa Rica en 1994)”, “Oración de Tierra”, “Árbol de la esperanza”, “¿Me entiende?”, “Jaulas”, “La bomba de cobalto”, “Florencia de los ríos hondos y los tiburones grandes”, “El camino (película galardonada con 14 premios internacionales)”, “Te recuerdo como eras”, “La mesa feliz”, “Los que pintan el cielo”, “Cadáver exquisito”, “Apocalipsis de nuestro tiempo” , “Mi Judith”, “Dos Fridas”, entre otros.

Ishtar también ha participado en varios países como jurado en el campo cinematográfico y ha desarrollado talleres relacionados al mismo. También ha publicado artículos y cuentos en varias antologías de narrativa centroamericana.
Actualmente vive en la Ciudad de México y es profesora de Realización Cinematográfica y Dirección de Actores en la Escuela de Cine de la Universidad de la Comunicación.

Conversamos con ella acerca de esta última película, el apoyo que tuvo y sus nuevos proyectos.

-¿Qué significado tiene Frida Kahlo para usted?¿De dónde salió la idea de hacer una película relacionada a esta gran mujer?

La primera vez que vi una obra suya, fue “La venadita herida”. Esa imagen me acompañó durante muchos años y luego me inspiró en una obra de teatro que escribí sobre la pintora, en 1996, llamada “Árbol de la esperanza”. Esa obra me llevó a conocer sobre Judith Ferreto y de este nuevo encuentro, surgió el impulso de escribir un guión, la idea de contar sobre Frida a través de su enfermera, sobre todo a partir de la repercusión que Frida en su vida.

-¿Cómo conoció la historia de Judith Ferrero?

Gracias a una presentación que hice de esta obra de teatro, conocí en 1993 a la investigadora histórica-mexicana Martha Zamora. Ella me contó de la existencia de Judith. Leí además, un fragmento de la entrevista que le realizó a Judith en el hospital, en su biografía sobre Frida Kahlo, “El pincel de la angustia”.

En esos años, el pintor César Valverde me invitó a presentar la obra en el Museo de Arte Costarricense, donde él expuso una serie de grabados dedicados a la pintora. Allí, él expuso también, un pequeño autorretrato de Frida Kahlo envuelta en llamas, sin firma, pequeño como la palma de la mano. Esta pintura se la regaló Frida a Judith y la acompañó hasta su muerte.

Luego me reencontré con una amiga del Conservatorio Castella (donde estudié en mis primeros años), Li Sáenz. Ella era sobrina-nieta de Judith y acompañó a su tía en Costa Rica, en sus últimos años de vida. Nos reencontramos con ella años después y Li se convirtió en una colaboradora especial del guión de “Dos Fridas”.

Este camino de búsqueda me ha llevado a conocer a muchas personas que guardaron cartas, fotografías u objetos de Frida y de Judith. A Carlos Sáenz, al pintor Roberto Lizano, al coleccionista japonés Toru Nishiyama, a Mara de Anda, la sobrina-nieta de Frida Kahlo, entre muchos otros.

Debo decir que esta propuesta no es una biografía. Es una ficción, una re-interpretación de los hechos, en donde claro, hay mucho de mi imaginación.

-¿Qué sentimientos se capturan al interpretar un gran personaje como ella?

Siento primero una identificación con Frida Kahlo por ser ella artista. No he querido imitarla, sino más bien ponerme en sus circunstancias y proyectar así sentimientos propios; como el abandono, la soledad, el amor, el deseo, la dependencia, el dolor, el vacío, la necesidad de libertad, de escapar a través de la imaginación. Es esa fuerza creativa que se manifiesta y expresa en todo momento. Es también la capacidad de resistir y de sobreponerse a la realidad.

-Acerca de este gran proyecto, ¿fue un sueño desde hace mucho tiempo?

Cada proyecto inicia como un sueño y se va desarrollando y transformando, aunque siempre (ojalá) pueda conservar la motivación inicial. Una obra artística como esta, requiere un largo proceso de desarrollo. Pero debo decir que también las dificultades y los obstáculos en el financiamiento del proyecto, te dan tiempo para trabajar cada detalle. Lo importante es resistir y tener mucha sabiduría para no dejarte vencer.

El llamado cine de autor tiene pocas posibilidades de financiamiento, debido también a su escasa distribución y al monopolio de las salas, de la distribución en general. Vivimos tiempos muy difíciles, tiempos de guerra, de hambre, de injusticia.

-¿Qué tanta ayuda obtuvo a nivel nacional, con respecto a la realización y apoyo económico?

Estoy muy agradecida con el país, pues he recibido el gran apoyo del empresario costarricense Luis Javier Castro, de Proartes, del fondo El Fauno. También del reconocido Programa Ibermedia y de importantes colaboradores como Magacine y del Centro Costarricense de Producción Cinematográfica. Y claro, ha sido fundamental el apoyo de mi familia, especialmente de mi madre, Elena Gutiérrez.

-¿Existe un apoyo real en nuestro país para hacer cine? ¿Qué hace falta?

Creo sin duda que lo más importante es la “ley de cine”*. Colombia en este sentido es un gran ejemplo, pues gracias a su ley de cine, se han venido produciendo películas de gran calidad artística.

Solo así, con un fondo permanente del cual tengamos acceso todos y todas las cineastas, se podrá de verdad desarrollar el cine en el país.

*La ley de cine en Colombia, ha trabajado en la construcción de herramientas legales como decretos, resoluciones y leyes, que faciliten las condiciones posibilidades de la industria Cinematográfica colombiana en el país y en el exterior.

– ¿Qué otros proyectos está desarrollando o tiene en mente?


Tengo algunos guiones de ficción ya escritos. Quisiera filmar en Moscú, en el desierto de Atacama, en Bagdad. Estoy también editando un documental sobre mi padre Mohsen Yasin y mi origen iraquí. Tuve la oportunidad de viajar a Siria antes de la guerra y visitar a mi tía, la pintora Nawal Al Sadoon.

Si quiere descubrir un poco más acerca de la vida de esta gran cineasta, puede visitar su sitio web, además encontrará toda la información acerca de su película “Dos Fridas” en su página de Facebook.

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