La Universidad Nacional sustenta su quehacer académico en el conocimiento procedente de culturas y prácticas históricas seculares, plantea la articulación permanente entre diversas disciplinas y la búsqueda de su complementariedad y le aporta al país mediante la ampliación, diversificación y mejoramiento de su acción sustantiva, como respuesta a las necesidades y demandas de regiones específicas.