
La cineasta de 32 años y originaria de Irán nos cuenta de su predilección por el cine documental y sobre la realización su cortometraje “Nada ni nadie”, nominado al PREMIO DEL JURADO en la categoría MADE IN COSTA RICA.
Por Cindy Regidor
En la búsqueda de un medio para expresar emociones y una serie de sucesos en su vida fue que Roya Eshraghi se encontró con el mundo del cine. Estudió Antropología en la Universidad de Costa Rica (UCR) y luego Dirección de Cine en Cuba, en en la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños. “Estoy agradecida por todas las posibilidades que han tenido los cortometrajes que realicé en la escuela: ‘Lorezna, la radio y tú’, ‘El árbol’ y ‘Nada ni nadie’ viajaron a más de 40 ciudades, obtuvieron varias nominaciones, una mención especial y tres premios como mejor cortometraje”, cuenta.
Eshraghi prefiere el cine documental, comenta. “El cine documental, para mí tiene algunas implicaciones que son distintas a las del cine de ficción. Una vez alguien dijo un ejemplo que me gustó: ‘mientras en la ficción, ellos (los actores) se están mojando bajo la lluvia y nosotros no; en el documental todos nos estamos mojando bajo la lluvia’”. Sobre sus preferencias, agrega que le gusta hacer cine que nace del corazón y pueda llegar a tocar corazones.
Nada ni nadie, el cortometraje nominado al premio del jurado de la categoria MADE IN COSTA RICA explora la vida de una mujer con Alzheimer en Cuba, a la vez que también repasa las memorias personales y familiares de la autora. Es “una fusión entre mi ensayo sobre la memoria y el retrato de Lola, quien está perdiendo su memoria”, explica Eshraghi. “La idea de hacer un retrato de Lola, desde que ella empezó a perder su memoria, siempre estaba en mi mente y ya incluso lo había compartido con su familia. Era bastante cercana con ellos, era como tener una familia cubana en La Habana. Cuando llegó el tiempo de hacer la tesis, desde meses atrás estábamos con las ideas y yo tenía el deseo enorme de poder regresar a Irán, que este retorno fuese mi tesis y, claro, era bastante complejo, para no decir imposible”, comparte. “Mi abuela también había tenido Alzheimer y nosotros nunca vivimos el proceso de la pérdida de su memoria a su lado. Hace 12 años mi padre fue a Irán y la visitó. Me contó una anécdota que siempre quedó muy presente en mi memoria, donde él había sentido que ella sí lo reconoció.Y ésta, de alguna forma, era la hipótesis del trabajo: trozos de memoria que de alguna manera siempre quedarán ahí” añade.

Eshraghi observa un crecimiento de la producción de cine en Costa Rica, pero además hace una anotación importante sobre quiénes percibe son la mayoría involucrada: “Es muy interesante que hay todo un nuevo cine surgiendo en Costa Rica con la presencia de muchos jóvenes talentosos y que, de hecho, predomina la presencia de mujeres”. Y sobre su participación en el festival comenta que es su primera vez. “Es toda una experiencia, ya que estaría compartiendo un trabajo con el cual he sido muy reservada por primera vez con un público tan grande como es el público que reúne el Festival shnit, en especial en su función MADE IN COSTA RICA”, finaliza.