Centroamérica

Nuestras palabras tienen poder: Entrevista con Alberto Amieva Leyva

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Con una sola palabra se crean cadenas que esclavizan cada una de nuestras acciones; puede que, al final, estas nos den alas o nos arrastren por el tiempo, ese el poder de una promesa.

Este es el pensamiento con el que Alberto Amieva Leyva nos trae el cortometraje La Promesa, una pequeña historia que expresa mucho sobre las interacciones humanas en tiempos de crisis, que aún en lo que parece el fin, nuestras palabras tienen poder.

La trama nos lleva a una Costa Rica sumida en una crisis que parece apocalíptica: extrañas criaturas rondan las calles amenazando la vida de los protagonistas, quienes encuentran refugio en una casa abandonada. Nunca se ven las criaturas que rondan al otro lado de la puerta, solo se sabe que la sal los repele, y que una sola mordida es una condena de muerte.

Alberto Amieva Leyva llega a la décima edición del CRFIC con una experiencia cinematográfica planteada con su propio estilo, ya que ha filmado spots publicitarios con un lenguaje fílmico muy directo y dirigido hacia la personalidad de los personajes, nos cuenta mucho con lo poco que muestra.

Experiencia que en sus palabras “ha adquirido de la calle”, aprendiendo de su trabajo en la publicidad, cine, y medios audiovisuales. La inspiración del corto nace a partir de un cuento de Quintana Rosa, sobre unos cazadores sobreviviendo en una cabaña a una amenaza desconocida.

Tuvimos la oportunidad de hablar con él sobre lo que fue esta experiencia, el grabar escenas viscerales sin temor a la censura, su pasado como cinematógrafo, sus futuros proyectos, y la experiencia con los actores.

A continuación les dejamos la entrevista por si quieren saber más sobre este proyecto y su excelente director.

Durante la conversación con Alberto, hablamos sobre la importancia de las escenas viscerales en los medios audiovisuales, que aunque no son necesarias en todas la historias, el impacto que estas pueden dejar en los espectadores les otorga un valor memorable que puede hacer que un proyecto sobresalga. Pero estas fluyen mejor con la ayuda de un excelente elenco, como el que participó en el cortometraje.

Otro de los temas que se trataron fue el que eran las criaturas que acechaban al otro la puerta.

Alberto comentaba que creció con el género de terror de zombies, y que a pesar de estar inspirado por él, no quería que la amenaza fuera el típico cliché de los muertos vivientes. “Deseaba jugar con lo desconocido”, con esa frase el director resaltó la importancia de la sal, que otorgaba ese símbolo de que las criaturas eran algo más.

Durante la conversación surgió el tema de resaltar la identidad de una región a través de los diálogos de los actores, ya que en el corto muestran ese lenguaje costarricense sin vergüenza, a menudo se ve cómo otros proyectos suelen tener un “acento neutral” para que otorgue más internacionalidad. Alberto prefirió dejar a los actores hablar con naturalidad, mostrando esa idiosincrasia que vuelve única a la región, incluso en un ambiente caótico.

Si están interesados en los futuros proyectos de Alberto Amieva Leyva, pueden seguirlo principalmente en su instagram @alberto.amieva.

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