Por Silvia Ramírez, periodista para El Salto Mortal.
Un bar, más de cien compas y una banda de rock. Suena a un plan increíble, ¿verdad? Pues esto fue lo que ocurrió en la presentación del documental Un mensaje al futuro de Raza Bronze, una noche mágica llena de emociones y buena música.
La noche inició y los nervios se podían sentir en cada uno de los chicos: Pedro Carías (El Indio), Esteban Chavarría (Jaguar), Mauricio Delgado (Tarraízta) y Fabián Vargas (Choco flava), se preparaban para presentarle a sus seguidores no solo la vida de un rockstar, sino también sus experiencias más divertidas, su lucha ambiental y su cercanía con su público más fiel. ¡La gente que apoya sus ideales!
Así que, después de aguardar por los invitados, fans, amigos cercanos a la banda y curiosos (ahora nuevos fans), toda la banda, así como el equipo de El Salto Mortal (encargado de toda la producción del documental), se subieron a la tarima y expresaron su agradecimiento.
“Tenemos veinticinco años de existir”, comentó El Indio, “y hemos trabajado como debajo de la tierra, no es muy obvia su presencia, pero siempre hemos estado ahí, y estos maes lo notaron y quisieron sacar todo lo que hemos hecho a la luz en un solo video y ojalá mucha más gente lo vea”.
“Rescatar la escena del rock nacional y exponer a una banda con la que la gente ha compartido su música, su letra y su lucha ambiental es increíble”, añadió Pablo Mora de El Salto Mortal, “Desde que estaba en el cole los sigo, desde finales de los noventa y dos miles y para mí es muy importante y ojalá esto sirva para que la banda siga viva”.
Y así, sin más, el botón de Play se activó e inició este documental que reúne, en setenta y siete minutos, más de dos décadas de aventuras, chivos y proyectos sociales. El público, a la expectativa, con mucha emoción, y acompañado de una barra de aplausos y chiflidos, miraba con atención la pantalla gigante. Durante la proyección se podían escuchar risas, anécdotas, bromas y hasta una que otra palabra subida de tono, pero todo esto se traduce al cariño brindado por sus seguidores y la banda lo agradeció de todo corazón, ya que el disfrute del material se notaba.
Finalmente, una ola de aplausos significó toda una jornada de trabajo y un equipo increíble de producción; los presentes se sintieron identificados con el trajín y diario vivir de la banda y esto, de una u otra forma, los hace sentir más cerca de su grupo nacional favorito.
Y, por supuesto, la presentación en vivo fue el cierre perfecto para una noche llena de buena energía. Desde la primera canción, una ola de presentes se acercó al escenario para cantar y bailar hasta que el cuerpo aguantara; las clásicas de la banda fueron las más coreadas y compartieron escenario con una gran colega: Natalia de Nativa.
El reloj marcaba la media noche, la pista estaba llena y las canciones más esperadas sonaban de fondo, para darle fin así a esta noche increíble. Charon y La Foca fueron coreadas, bailadas y acompañadas de un “¡Otra, otra!”, hasta que los micrófonos se apagaron y así concluyó esta celebración ¡Al estilo Raza Bronze!
