
Para la directora del cortometraje “Dos ruedas” el cine es una manera eficaz de llegarle al público y de mostrar una postura social. Apasionada por el séptimo arte y por los temas relacionados a los derechos humanos, Daniella Víquez muestra una historia de violencia de género, pero también de libertad.
Aprender a andar en bicicleta es un pendiente para Daniella Víquez, estudiante de la carrera de Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo y Comunicación Audiovisual y Multimedial de la Universidad de Costa Rica (UCR). Ese detalle se convirtió en el principal símbolo dentro del primer cortometraje que dirige: “Dos Ruedas”, seleccionado dentro de las obras que compiten por el PREMIO DEL JURADO de la categoría MADE IN COSTA RICA en el Festival shnit San José 2017.
Víquez quien pronto se graduará de la carrera, cuenta que el cortometraje nació durante el curso de guion en la universidad, le dio seguimiento en las clases posteriores hasta finalmente llegar a la parte de la realización del mismo. Acerca de la temática escogida, Víquez explica: “lo que más me importaba era contar una historia sobre libertad, liberarse de lo que no nos deja crecer y nos debilita, y por ahí saqué el tema de violencia doméstica, que es muy importante porque el 38% de mujeres latinoamericanas sufren de violencia doméstica, psicológica o física… pero también era importante contar esta historia de libertad y de fuerza”. Y para hablar de libertad, Víquez decidió darle un rol central a la decisión de la protagonista de andar en bicicleta. “Yo no sé andar en bici, entonces para mí era cómo ese aprendizaje, cómo la idea de querer mandarse a algo que uno no conoce, ese es un símbolo de liberación muy grande”, dice.
Si bien había que retratar la libertad, también había que representar la violencia, algo que implicó un reto aún mayor:..”era difícil ser sutil y al mismo tiempo poder contar la historia. Mi interés era, primero, que el agresor puede ser cualquier persona, por eso no se muestra cómo se ve; y segundo, para mí era importante contar la historia de ella, una historia de superación”, revela.

Lo que más disfrutó Víquez de realizar este cortometraje fue el trabajo en equipo. Menciona y agradece a Fiorella Díaz (en Fotografía y Edición), Sofía Méndez (en Arte), Rebeca Soto (en Producción) y Eduardo Mora (en Sonido), así como a la actriz protagonista María José Callejas. “La verdad me siento satisfecha. Fue un proceso extraño porque en realidad ves el guion y no es lo que quedó porque en las grabaciones cambian muchas cosas, hay que jugar con lo que hay. Pero creo que lo importante es que el mensaje se expresa y ojalá las personas que lo vean puedan disfrutar, que les haga conciencia del tema y les mueva algo, que es lo más importante”, apunta.
Víquez confiesa estar entusiasmada con la nominación de su corto al PREMIO DEL JURADO del shnit SAN JOSÉ 2017. “Le he seguido la pista (al festival) porque el año pasado seleccionaron trabajos de la UCR y me gusta ver que la universidad está haciendo un buen desempeño audiovisual y nos estamos posicionando”, agrega, a la vez que resalta la necesidad de que la industria de cine local crezca. “Uno que se está metiendo ve todas las dificultades que conlleva y es un sacrificio, pero creo que al final es satisfactorio. Estamos creciendo, ojalá todo el mundo apoye, pero también hay que ser críticos porque ya estamos en un momento en que se siente que hay una industria”, finaliza.
